Escena de un paco golpeándome la espalda.

El sudor de la calle me impide ver el palo cargado de pseudo-poder y gotitas de sangre que ataca mi retaguardia dejándome en el suelo y haciéndome despertar de el jueguito ése de querer darnos cuenta que las cosas están mal. Después de todo, mis viejos ganan bien.

Dust in the wind

3:46 de la madrugada y tu dormías, los chicos siguen bebiendo ese vino barato que da basca de tan solo oler una traza. Sonaba en mi mente esa canción con la que te besé y luego te cogí, sin imaginar que esa noche encontraría en ti a esa parte tibia de la cama. Sabes que no te quiero y que en realidad soy tan responsable con los niños que solo imaginar el acto de dejarlos me retuerce la boca del estómago. Y lo sabes... Ahora mismo, amaría a otra, ahora mismo amaría a otra.

Cumpleaños Feliz

-¡Conchetumadre! Y saliste corriendo fugaz del restaurante, con ese llanto que dejó húmeda la camisita blanca que compraste para ir ese día. Infiero lo anterior; no te la había visto antes. Me gustó el cuello de esa blusita, y asumo, que nunca te vi llorar así. Asumo también que me amas...


Me gustaría quedarme con tu blusita, a ella le encantará.

Exaspérame.

No es necesario estar solo para sentir que estás realmente solo. Si, porque extiendes tu mano al aire frío y oscuro del vacío, y claro, no hay nada. Camino por la casa, atestada de malos humores, de impertérritos cuerpos en los sillones que no hacen ademán de saludar. Te das cuenta que realmente la cosa es así, que los ojos te pesan porque es horrible mirar como las superficialidades no exentas de egoismo carcomen los pies de la gente. Arrancar? Si, tomo mil pesos los cigarros la tarjeta y salgo. La necesito, es tanto pedir que este un momento para olvidarme del puto mundo? Todo tan burdo, tan asqueroso, pedirle agua de su boca será tanto? Odio la casa. Muros, intervención de mi espacio. La calle? Desde hoy viviré en mi. Y en ella.

Otoñescos.

Ya me molesta un poco caminar por esos pasillos fríos y atestados de las amarillentas hojas que el otoño arrastra hasta mis pies. El otoño no me da tregua, me da solo frío. No me la da a ella, que quizá me ayudaría a capear las heladas noches donde mi cama se hace un eterno y húmedo colchón de llantos. Eterno. Me cansa vivir solo. Cuando quieres, no hay nada. De pronto la veo pasar por aquellos mismos pasillos estrechos que me traen repulsión, la vida se ilumina. Duerme conmigo ahora, la cama es justa para dos.

Doves, volar, llorar, vivir, desvanecer,desfallecer.

Hurgando en las diversas páginas que tienen a su haber toneladas de discografías y shuerlocuras en popurrí, encontré un grupo relativamente conocido en el medio, Doves, que sencillamente son aplastantes. Sonidos puros, angustiantes pero realmente hermosos. Estos mancunianos se pasan. The lost souls (2000), es un disco que roza emociones, quiebra vidrios y pone la piel de gallina. The man who told everything, Sea song y Firesuite, temones. Va también la segunda placa, "The last broadcast" (2002) Devórenselos (Atravesaos).


The lost Souls (2000)

The last broadcast (2002)

Mató a Dios

Eran pasada ya las 11 de la mañana cuando de pronto aparece el retén de carabineros, el perito, la policía de investigaciones, la tropa de camarógrafos y él, por supuesto, Eladio Núñez, acusado de homicidio a Dios Jerez, quien, según lo investigado por el equipo de este diario, era un reconocido narcotraficante de la población Huamachuco, en la comuna de Renca, y con quien el inculpado habría tenido rencillas anteriores por dineros fraudulentos que se le adeudaban por trabajos claramente ilícitos. Luego del juicio, Eladio quedó en libertad por falta de antecedentes y en el momento de salir a la calle desde el tribunal, encontró una billetera en el suelo. Con tensa velocidad la abre y encuentra la suma de 94.500 pesos. Al lado, la foto de Dios. Sin duda, Dios no se olvidó de su deuda.





(Mío)